“Non nobis Domine non nobis sed Nomini Tuo da gloriam”
(No a nosotros oh senor, no a nosotros sino a tu nombre da gloria)
En el Salmo 113 de la Biblia de "los Setenta" y la "Vulgata", en su versículo 1-bis (en el hebreo es inicio de un nuevo salmo y no el inicio de una nueva numeración de versículos), leemos: "Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam" . Y prosigue así: "...super misericordia tua et veritate tua".
La traducción que tenemos a mano, hecha por el obispo Félix Torres Amat dice: ""No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu Nombre da toda la gloria" (..."para hacer brillar tu misericordia y tu verdad").
El Temple tuvo como lema este primer versículo: "Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da Gloria".
Este histórico lema de los templarios impuesto a la Orden por su primer padre espiritual, San Bernardo de Claraval, sumariza en unas pocas palabras el ideal y el propósito de su existencia. Los primeros hermanos no vivían y luchaban por interés personal, sino por un concepto, el establecimiento de la sociedad cristiana, una civilización dedicada a la gloria de Dios. La caballería de hoy intenta emular esta gran tradición en el hecho de que sus trabajos y vidas deben ser un ejemplo para otros y como una hermandad tener como objetivo llegar a construir una aristocracia del espíritu. Un caballero templario entiende que hay un Dios, una vida creada por El, una verdad eterna y un propósito divino. En consecuencia esta implícito que la verdadera existencia y las bases históricas de la Orden tienen por objeto….
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