sábado, 3 de enero de 2015
Frases de la Madre Pierina
¿Ha hecho la voluntad de Dios? Haga lo que pueda hacer, de lo demás se encargará el Señor. Él mira la intención y la buena voluntad. El mira la intención y la buena voluntad. El trabajo material es una sombra en relación a aquel del espíritu."
"Dar a Jesús, dar siempre, dar todo."
"La vocación, qué gracia grande! ¡Aférrenla y déjense triturar antes que perderla!"
"Nuestras humillaciones son como una gota de agua frente al océano de las humillaciones de Jesús. Y nosotros en este océano debemos dejar caer la pequeña gota."
"Humillémonos siempre ante Dios y los hombres, abandonémonos a nuestra nada. Sí, sí, podemos gloriarnos de nuestra miseria y pequeñez."
"Nuestra miseria no nos impide hacernos santos, es más, cuanto más se lucha, más se da gloria a Dios. ¿Qué cree, que los Santos no han tenido que luchar? También ellos tenían sus luchas. Coraje, Hija, pues el desaliento es una maña del demonio para hacernos ir hacia atrás y no hacia adelante."
"El Señor se sirve de la más miserable para obtener el bien... cuántos motivos para hacerme santa. Mi querida Santa Teresa del Niño Jesús debe ayudarme y lograré serlo. El martirio del corazón, el vacío, la angustia del espíritu es amor puro... sincero, carente de ilusiones."
"Debemos estar preparados para aprovechar todas las ocasiones que el Señor nos ofrece para humillarnos."
"¡La amo! ¡Ella es mi Madre! Honrar a María con un completo, sereno abandono a la Divina Voluntad."
"Yo hago trabajar a María todo el día y confío con toda seguridad en que se vuelva cada vez más hábil, de manera que Jesús encuentre bello aún lo feo, embellecido por Ella..."
"Miren a Jesús en la casa de Nazaret. Está sujeto a José y a María. EL Creador sujeto a la criatura. ¡Qué ejemplo para nosotras! A veces nos perdemos por una pequeña obediencia a cumplir; todo esto, porque estamos demasiado apegadas a nuestra voluntad."
"No se preocupen demasiado por el trabajo, pero obren teniendo presente a Dios y por Su amor, día tras día, todo lo que puedan, sin perder tiempo, pero sin ansiedad, de manera que todo sea oración."
"¡Todo por las almas, Hijas! Obremos por la salvación de las almas y la santificación de los sacerdotes."
"No he podido recibir la Santa Comunión, pero hacer la voluntad de Dios es una continua Comunión."
"La obediencia es toda mi fuerza, pues si todo está desordenado y ya no comprendo nada, y me parecería no poder continuar, siento que la obediencia es siempre posible, que no es necesario entender y que el verdadero obediente cantará victoria."
"¡Sed de almas, sed de gloria de Dios, sed que no se sacie ni en el tiempo ni en la Eternidad! Salgamos del pequeño vil círculo de nosotras mismas..."
"Hablarle a Jesús, al igual que un niño a su madre."
"No es la importancia de la obra lo que cuenta, sino el amor con el cual es realizada, pues el Señor no mira las obras, sino el corazón."
"El mirarnos demasiado a nosotros mismos nos impide mirar el sol, que quemaría nuestros defectos más rápido que lo que podemos hacer nosotros con interminables exámenes y miradas que alimentan el amor propio o hacen caer en el desaliento."
"Aceptemos cada acontecimiento, cada prueba, cada sacrificio, así como recibimos la Hostia Santa en la comunión: se olvidan las Especies y se concentra todo el amor y la adoración en Jesús presente en nosotros para santificarnos. Así, sabemos siempre superar los caminos indirectos, por medio de los cuales el Señor quiere intensificar en nosotros Su unión. No importa si esta intervención es pena, cansancio, aridez, sacrificio, sufrimientos de corazón o físicos, obediencias difíciles, observancia que se rechaza, pormenores que molestan... digamos enseguida: ‘¡Es una sagrada Hostia!’. ¡Recibamos, pues, con cuidado, con respeto esta Hostia de la Providencia! No le permitamos a nuestra alma perderse en los por qué de la naturaleza, que es ciega, sino cumplamos nuestro deber con coraje, en la paz, en la fe viva, y recibiremos la plenitud del Amor."
"Yo quiero almas que se entreguen seriamente a la santidad... verdaderas religiosas que caminen con pasos de gigante en los caminos del Señor, que no se pierdan en tonterías. Hay que pensar frecuentemente: ‘Yo soy religiosa, pero ¿vivo como religiosa? ¿Lucho conmigo misma? ¿Venzo mi carácter? ¿Sufro de buena gana todo lo que el Señor me manda? ¡Seamos generosas y magnánimas!"
"Contempla mi rostro y penetrarás los abismos de dolor de mi corazón. Consuélame, y busca almas que se inmolen conmigo, por la salvación del mundo.” (Jesús a la Madre Pierina)"
"Quiero que mi Rostro, que refleja las íntimas penas de mi alma, el dolor y el amor de mi Corazón, sea más honrado. Quien me contempla, me consuela.” (Jesús a la Madre Pierina)"
"Cada vez que se contemple mi Rostro, derramaré mi amor en los corazones y, a través de mi Divino Rostro, se obtendrá la salvación de muchas almas.” (Jesús a la Madre Pierina)"
"Posiblemente algunas almas teman que la devoción y el culto a mi Divino Rostro disminuyan aquella a mi Corazón. Diles que, por el contrario, será completada y aumentada. Contemplando mi Rostro las almas participarán de mis penas, sentirán la necesidad de amar y reparar. ¿No es acaso ésta la verdadera devoción a mi Corazón?” (Jesús a la Madre Pierina)"
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