sábado, 3 de enero de 2015

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CARIDAD

“La gracia eleva nuestro ser; la caridad transforma nuestra actividad. Gracia y caridad están siempre unidas. El grado de una marca el grado de la otra. Toda falta grave, sea de la naturaleza que sea, mata en nosotros, al mismo tiempo, la gracia y la caridad.” (Dom Columba Marmion)

“La verdadera caridad es el amor de Dios que abraza juntamente a Dios y a todo lo que está unido a Dios. Debemos amar a todas las almas, como a Cristo, ‘hasta el grado supremo’ (Jn 13,1) del don de nosotros mismos.” (Dom Columba Marmion)

“La caridad perfecta para con el prójimo depende esencialmente de la perfecta caridad que se tiene para conmigo.” (Jesús a Santa Catalina de Siena)

“Yo no presto, yo doy. ¿Acaso Dios no me da antes a mi?” (Santo Cura de Ars)

“La caridad no busca jamás la propia comodidad.” (San Camilo de Lelis)

“Ejerciten siempre la caridad, pero háganlo con entusiasmo. No se hagan nunca llamar dos veces, estén siempre listos. Interrumpan cualquier otra actividad, aunque sea muy santa...” (San José Benito Cottolengo)

“Con tal de hacer que triunfe la caridad a toda costa, prefiero ser tenido por un pobre hombre. Me dejaré aplastar, pero quiero ser paciente y bueno hasta el heroísmo”. (Beato Juan XXIII)

"Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido." (Beata Madre Teresa de Calcuta)

“La caridad salvará al mundo” (Don Orione)

“Debemos llenar de caridad los surcos, llenos de odio y de egoísmo, que dividen a los hombres.” (Don Orione)

"El mejor acto de caridad que se le puede hacer a un alma, es darle a Jesús. Y el consuelo más dulce para Jesús es llevarle un alma" (Don Orione)

Biblia

“Da siempre con el rostro radiante.” (Ecli 35,8)

“Es preciso recordar las palabras del Señor Jesús: "La felicidad está más en dar que en recibir".” (Hch 20,35)

CIELO

Biblia

"Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos." (Mt 19,24)

"Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos." (Mt 18,4)

"Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos." (Mt 5,3)

“Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra.” (Col 3,2)

CONCIENCIA


"El examen de conciencia es siempre el mejor medio para cuidar bien el alma" (San Ignacio de Loyola)

“...Y el Señor me dio a conocer que todo el misterio dependía de mí, de mi consentimiento voluntario a ese sacrificio con toda la conciencia de mi mente. En este acto voluntario y consciente está todo el poder y valor delante de su Majestad. Aunque no me sucediera nada de aquello a lo que me había ofrecido, delante del Señor es como si ya todo hubiera sucedido.” (Santa Faustina – Diario 136)

“Ten buena conciencia, y Dios te defenderá” (Tomás de Kempis)

Biblia

"Rueguen por nosotros. En realidad, estamos convencidos de tener buena conciencia, ya que nuestra intención es proceder correctamente en todo." (Heb 13,18)


CONDENACIÓN

“No es Dios quien nos condena, somos nosotros, por nuestros pecados. Los condenados no acusan a Dios; se acusan ellos mismos; dice: ‘He perdido a Dios, mi alma y el cielo por mi culpa’.” (Santo Cura de Ars)

“Si preguntáramos a los condenados: ‘¿Por qué están en el infierno?’, responderían: ‘Por haber resistido al Espíritu Santo’. Si dijéramos a los santos: ‘¿Por qué están en el cielo?’, responderían: ‘Por haber escuchado al Espíritu Santo’.” (Santo Cura de Ars)

Biblia

“Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.” (Jn 3, 17-18)

“Que cada uno se examine a sí mismo antes de comer este pan y de beber esta copa; porque si come y bebe sin discernir el Cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación.” (1 Cor 11, 28-29)

CONFESIÓN - CONFESOR

“Antes Él mismo me daba a conocer lo que no entendía, y ahora me hace preguntar todo al confesor y a menudo me dice así: ‘Y Yo te contestaré por su boca, quédate tranquila.’” (Santa Faustina – Diario 145)

“…Me parecía que no sacaba ninguno de los beneficios que los santos sacramentos ofrecen. Me acercaba [a ellos] solamente por obediencia al confesor y esa ciega obediencia era para mí el único camino que debía seguir y [mi] tabla de salvación...” (Santa Faustina, Diario 77)

“En lo que concierne a la confesión, elegiré lo que más me humilla y cuesta. A veces una pequeñez cuesta más que algo grande. Antes de cada confesión recordaré la Pasión del Señor Jesús y con esto despertaré la contrición del corazón. Si es posible, con la gracia de Dios, ejercitarse siempre en el dolor perfecto. A esta contrición le dedicaré más tiempo. Antes de acercarme a la rejilla, entraré en el Corazón abierto y misericordiosísimo del Salvador. Cuando me aleje de la rejilla, despertaré en mi alma una gran gratitud hacia la Santísima Trinidad por este extraordinario e inconcebible milagro de la misericordia que se produce en el alma; y cuanto más miserable es mi alma, tanto mejor siento que el mar de la misericordia de Dios me absorbe y me da una enorme fuerza y fortaleza.” (Santa Faustina, Diario 225)

“Oh, qué grande es la gracia de tener al director espiritual. Se progresa más rápidamente en las virtudes, se conoce más claramente la voluntad de Dios, se la cumple más fielmente, se avanza en un camino cierto y seguro. El director espiritual sabe evitar las rocas contra las cuales [el alma] podría estrellarse. Dios me concedió esta gracia más bien tarde, pero gozo de ella mucho, viendo como Dios consiente los deseos del director espiritual.” (Santa Faustina – Diario 331)

“Después de haber cometido tantos pecados al alma infeliz no le queda otro remedio que la confesión.” (San Antonio de Padua)

“Casa de Dios llaman también a la confesión por la reconciliación del pecador. En ella se reconcilia el hombre con Dios, como se reconcilia el hijo con el padre cuando éste le recibe en la casa paterna.” (San Antonio de Padua)

“Si en la casa de la confesión se hace oír la sinfonía del canto y de la compunción amarga, responde inmediatamente al unísono el coro de la divina misericordia para perdonar los pecados.” (San Antonio de Padua)

“Roguemos al mismo Jesucristo, Hijo de Dios, y pidámosle insistentemente nos conceda llegar con espíritu contrito al desierto de la confesión y merezcamos recibir esta cuaresma, el perdón de nuestras iniquidades.” (San Antonio de Padua)

“Piensan que no tiene sentido recibir la absolución hoy, sabiendo que mañana cometerán nuevamente los mismos pecados. Pero Dios mismo olvida en ese momento los pecados de mañana, para darles su gracia hoy.” (Santo Cura de Ars)

Biblia

"Confiesen mutuamente sus pecados y oren los unos por los otros, para ser curados. La oración perseverante del justo es poderosa." (St 5,16)

CONFIANZA

“Oh, no temo nada; si manda al alma grandes tribulaciones, la sostiene con una gracia aún mayor, aunque no la notamos para nada. Un solo acto de confianza en tal momento da más gloria a Dios que muchas horas pasadas en el gozo de consolaciones durante la oración. Ahora veo que si Dios quiere mantener a un alma en la oscuridad, no la iluminará ningún libro ni confesor.” (Santa Faustina – Diario 78)

“Tu gran confianza en Mí Me obliga a concederte gracias continuamente. Tienes grandes e inexpresables derechos sobre Mi Corazón, porque eres una hija de plena confianza.” (Jesús a Santa Faustina – Diario 718)

"Basta reconocer la propia nada y abandonarse como un niño en los brazos de Dios." (Santa Teresita del Niño Jesús)

"El Corazón de Jesús tendrá tanto cuidado de ustedes en la medida en que se confíen y abandonen en Él" (Santa Margarita María de Alacoque)

"Debemos desconfiar de nuestra propia fuerza y confiar infinitamente en Dios. ¡No nos desanimemos nunca y no dudemos jamás de la victoria!" (San Francisco Xavier)

Biblia

"Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: «Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados»." (Mt 9,2)

"Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: «Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado». Y desde ese instante la mujer quedó curada." (Mt 9,22)

"Por eso soporto esta prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he puesto mi confianza, y estoy convencido de que él es capaz de conservar hasta aquel Día el bien que me ha encomendado." (2 Tim 1,12)

"Cuando me asalta el temor, yo pongo mi confianza en ti, Dios Altísimo" (Sal 56,4)

“Yo lo puedo todo en aquel que me conforta.” (Flp 4,13)

CONSAGRADOS

“Me hieren más las pequeñas imperfecciones de las almas elegidas que los pecados de las almas que viven en el mundo… Estas pequeñas imperfecciones, no es todo; te revelaré el secreto de Mi Corazón, lo que sufro por parte de las almas elegidas: la ingratitud por tantas gracias es el almimento continuo de Mi Corazón por parte del alma elegida. Su amor es tibio, Mi Corazón no puede soportarlo; estas almas Me obligan a rechazarlas de Mí. Otras no tienen confianza en Mi bondad y nunca quieren sentir la dulce intimidad en su corazón, pero Me buscan por allí, lejos de no Me encuentran. Esta falta de confianza en Mi bondad es lo que más Me hiere. Si Mi muerte no las ha convencido de Mi amor, ¿qué es lo que las convencerá?” (Jesús a S.Faustina – Diario 580)

CONSTANCIA

"Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a su constancia." (Lc 8,15)

“Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas.” (Lc 21,16-19)

"Más aún, nos gloriamos hasta de las mismas tribulaciones, porque sabemos que la tribulación produce la constancia; la constancia, la virtud probada; la virtud probada, la esperanza." (Rm 5,3-4)

“Hagamos el bien sin desanimarnos; al debido tiempo cosecharemos, con tal de que seamos constantes.” (Gál 6,9)

CORAZÓN

“El corazón dirige al espíritu como quiere; lo regula, si él mismo está regulado; pero si el corazón se apasiona, entonces oscurecerá las luces de espíritu. El corazón es siempre el que manda en nuestro interior: si se entrega al humor, al capricho a la vehemencia o al entusiasmo superficial y pasajero, con ello turba y desconcierta todo el interior, subordinándolo todo, y es raro que el espíritu, aún el más razonable, se libre de experimentar la tiranía de un corazón apasionado.” (Fr. Ambrosio de Lombez – Tratado de la Paz Interior – Cap. VII)

“Todas las grandes verdades de la fe producían en mi alma una felicidad que no era de esta tierra… vislumbraba ya lo que Dios tiene reservado para lo que lo aman (pero no con los ojos del cuerpo, sino con los del corazón). Y viendo que las recompensas eternas no guardan la menor proporción con los insignificantes sacrificios de la vida, quería amar, amar apasionadamente a Jesús y darle mil muestras de amor mientras pudiera…” (Santa Teresita del Niño Jesús)

Biblia

“Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero él les dijo: ‘¿Por qué os turbáis? ¿Por qué se suscitan dudas en vuestro corazón?” (Lc 24, 37-38)

“De la abundancia del corazón habla la boca." (Lc 6,45)

CORRECCIÓN


“Sólo en caso de necesidad y después de habernos corregido a nosotros mismos, se puede reprender a los demás.” (San Antonio de Padua)

“En verdad, toda corrección, en un principio, es motivo de tristeza, no de alegría, pero luego produce, en los que así ha ejercitado, un fruto delicioso de paz y de justicia.” (Dom Columba Marmion)

“No dejemos turbar la paz de nuestra alma por la amargura de ver los defectos del prójimo y por la impaciencia por corregirlos. Cuando lleguemos a la corrección que estamos autorizados a hacer, cuando nuestro brío se ha aplacado con el tiempo por nuestras reflexiones, y cuando lo hemos meditado todo delante de Dios, vigilemos de cerca todos nuestros movimientos, para no dejar turbar la paz de nuestro corazón; pesemos todas nuestras palabras, controlemos todos nuestros gestos para no turbar la paz en los otros. Hablemos poco. Una palabra que surge del fondo de la modestia, del recogimiento y de la caridad, dice todo y hace mucho; mientras que un torrente de palabras no hace más que ofuscar y no cambia nada, es un ardor que se evapora. El que os oye sabe ya de antemano todo lo que queréis decir y lo que os obliga a decirlo. No os agotéis pues, sin necesidad y con riesgo, en exponer todos vuestros pensamientos, cuando aún una sola palabra a veces es demasiado. Si encontráis alguna resistencia, haced como si no la advirtiérais y no penséis que habéis perdido vuestro esfuerzo. La tierra que resiste al arado no es la más estéril; el grano que ella traga y parece aniquilar, germinará a su tiempo.” (Fr. Ambrosio de Lombez – Práctica de la paz interior – pág 110)

“¿La ocasión más adecuada para levantarse contra este abuso es ésta que ahora se os presenta? ¿Dios os ha destinado a corregirla? ¿Y veis vos todos los medios para ello, para elegir los más suaves y los más adecuados? ¿Estáis vos mismo exento de ese defecto, como hay que estarlo para que la recriminación no sea el único fruto de vuestro celo? ¿Es ése el defecto que debe ser corregido en primer término en la persona que vais a reprender? ¿No se trata, quizá, no ya del más perjudicial para ella o para los demás, sino del que más os choca o por algún motivo os afecta más? ¡Cuánta paz gozaríamos si hiciéramos todas estas reflexiones, y cuánto provecho sacaríamos de la conducta de nuestro prójimo, por más imperfecta que fuese, si cada una de sus faltas nos volviera a traer así a las reglas de la prudencia!” (Fr. Ambrosio de Lombez – Práctica de la paz interior – pág 102)

“La corrección, si no es largamente meditada en tanto la naturaleza del mal puede permitirlo, y si no va preparada por la oración, tendrá las más de las veces a la pasión por principio o por efecto… chocamos con aquellos que pretendemos corregir y cuyo afecto hubiéramos debido ganarnos. En tal confusión, no sabemos elegir ni los medios para insinuarnos, ni las palabras ni los gestos adecuados para expresarnos como conviene: todo no es más que fogosidad, amargura, frustración por ambas partes.” (Fr. Ambrosio de Lombez – Práctica de la paz interior – pág 100)

Biblia

"Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia," (2 Tim 3,16)

"Si ustedes tienen que sufrir es para su corrección; porque Dios los trata como a hijos, y ¿hay algún hijo que no sea corregido por su padre?" (Heb 12,7)

CRECIMIENTO

“Por más lentamente que vayamos caminaremos mucho si avanzamos siempre” (San Francisco de Sales)

“Si dices basta, estás perdido. Añade siempre, camina siempre, avanza siempre; no te pares en el camino, no retrocedas, no te desvíes. Se para el que no avanza; retrocede el que vuelve a pensar en el punto de salida, se desvía el que apostata. Es mejor el cojo que anda por el camino que el que corre fuera del camino. Examínate y no te contentes con lo que eres si quieres llegar a lo que no eres. Porque en el instante que te complazcas contigo mismo, te habrás parado.” (San Agustín) (Comentario a parte: el que no avanza es un alma retrasada, como un tren que se detiene demasiado en las estaciones y no llega a su debida hora, o como un niño que, al no desarrollarse convenientemente, se torna en un anormal)

“Cuando no consigas avanzar a grandes pasos por el camino que conduce a Dios, conténtate con dar pequeños pasos y espera pacientemente a tener piernas para correr, o mejor alas para volar." (Padre Pio de Pietrelcina

Biblia

"Y el que la recibe en tierra fértil es el hombre que escucha la Palabra y la comprende. Este produce fruto, ya sea cien, ya sesenta, ya treinta por uno»." (Mt 13,23)

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