Galileo Galilei (Pisa, 15 de febrero de 15644 – Arcetri, 8 de enero de 1642) fue un astrónomo, filósofo, ingeniero, matemático y físico italiano que estuvo relacionado estrechamente con la revolución científica. Eminente hombre del Renacimiento, mostró interés por casi todas las ciencias y artes (música, literatura, pintura). Sus logros incluyen la mejora del telescopio, gran variedad de observaciones astronómicas, la primera ley del movimiento y un apoyo determinante para el copernicanismo.
Ha sido considerado como el «padre de la astronomía moderna», el «padre de la física moderna»8 y el «padre de la ciencia». Su trabajo experimental es considerado complementario a los escritos de Francis Bacon en el establecimiento del moderno método científico y su carrera científica es complementaria a la de Johannes Kepler. Su trabajo se considera una ruptura de las teorías asentadas de la física aristotélica y su enfrentamiento con la Inquisición romana de la Iglesia católica suele presentarse como el mejor ejemplo de conflicto entre religión y ciencia en la sociedad occidental Cuenta la leyenda que, sentado en una silla en una habitación delante de la mesa de sus inquisidores, Galileo suspiró, se llevó las manos a la espalda, cruzó los dedos y dijo algo como: "Está bien. La Tierra no se mueve alrededor del sol". Entonces, en voz baja, murmuró: "E pur si muove ", que significa, "pero se mueve ". ¿Cuánto de esto es verdad? no puede determinarse con certeza, pero en un punto hizo que su temperamento italiano sacase lo mejor de él (después de varios años), cuando se puso de pie y gritó: "La Biblia indica cómo ir al cielo, ¡No dice cómo son los cielos! " La Iglesia Católica no levantó su prohibición sobre el pensamiento heliocéntrico hasta 1758. y no fue sino hasta 1992, 350 años después de su muerte, que un Papa, Juan Pablo II, se disculpó formalmente porque la Iglesia colocó a Galileo bajo arresto domiciliario durante los últimos 9 años de su vida, y por la denuncia de sus descubrimientos que, irónicamente, también eran incorrectos ya que Galileo enseñó que el Sol era el centro del universo y no sólo de nuestro sistema solar. El sucesor de Juan Pablo II, Benedicto XVI, dejo plasmado en expediente diciendo sobre la Iglesia Católica: "el veredicto contra Galileo fue racional y justo, la revisión de este fallo sólo puede justificarse sobre la base de lo que era políticamente oportuno." Políticamente, puede ser; pero no con los hechos.
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